viernes, 13 de noviembre de 2015

LFC: cuando una banda tiene que retirarse


ALBERTO AYALA
Paso a paso rumbo a la Ciudad Deportiva. Muchos viajan en vehículos particulares: un gran cúmulo de seguidores de Los Fabulosos Cadillacs (LFC) marcan esa brecha generacional: no son simples pubertos dependientes del transporte público de la capital mexicana; buena dosis de fans arriban después de una jornada laboral, como quien espera recibir el pago a su esfuerzo.

El camino rumbo al Foro Sol se convirtió en un ritual previo: los revendedores me dan la bienvenida con un “¿te sobran o te faltan boletos?”; a lo lejos ya se empiezan a escuchar los claxons, y los estéreos de los automóviles acompañando la noche urbana con las mismas canciones que minutos se habrán de escuchar –nunca he entendido eso--; la vendimia a todo lo que da, visible en puestos con artículos “del evento”, y comida por doquier; los cuerpos de seguridad me anuncian su presencia con sirenas deslumbrantes y su muy singular indiferencia al espectáculo.

Los fans cumplieron. Momentos antes de que saliera Vicentico y sus secuaces, el renovado Autódromo Hermanos Rodríguez estaba cuasi-repleto y con mucha gente desesperada por entrar: ríos de gente ingresaban al recinto, eufóricos, sonrientes, motivados, básicamente felices, a pesar de haber invertido entre 600 a 2,500 pesos por un boleto. “Bien lo vale”, habríamos pensando.

“Los 30 años de los Fabulosos”, alcancé a ver en una pancarta. Las condiciones estaban dadas. Pasando las 21:30 horas se ensombrece el aposento y el griterío humano explota, quizá como en ningún otro momento de las más de dos horas que duró la presentación de los rockeros  argentinos.

“El genio del dub” abrió el telón y la enjundia de las 65 mil almas se impuso dictatorial.
“Demasiada Presión”, “Mi novia se cayó en un pozo ciego” y “La luz del ritmo” marcaron un vibrante inicio, que se fue apaciguando con el paso de los minutos. De hecho, esa mezcla de ska-rock huapachoso mantuvo fieles a muchos por largo tiempo; sin embargo, el peso de los años y el hartazgo de las “mismas canciones” terminaron por exhibir a los Cadillacs.

El set list estuvo cargado de sorpresas: sólo un selecto grupo de fans pudieron corear rolas como “Gallo Rojo”, “Destino de paria”, “Hoy lloré canción”, o “Sabato”, dedicada al escritor argentino autor de “El túnel”. Lo mismo ocurrió con canciones como “Saco Azul”, “Revolution Rock” (The Clash), “Los condenaditos”, y “La música salvará al mundo”, nombre de la actual gira.

Sin embargo, la noche de ayer, LFC marcaron un parteaguas: el inicio de una decadencia irremediable, el adiós a presentaciones musicales muy bien logradas,  espectáculos portentosos y magistrales; presentaciones memorables, emotivas, llenas de alegría y carnaval. Anoche fue muy distinto: Vicentico lucía apático, indiferente, cansado: a mitad del concierto pedía que la cámara principal le filmara el rostro, lo exigió en tres o cuatro ocasiones, sin éxito alguno. Su frustración era la nuestra, la de la mayoría podría decir. Fue sintomático.

Un ilustrador marcó en todo momento sus improvisadas obras en las enormes pantallas que escoltaban el escenario, dibujando en tiempo real monigotes coloridos en referencia a no sé qué, aunque resultó atractivo. El rescate de un show perdido lo lograron composiciones por sí mismas geniales: “Siguiendo la luna”, “Carmela”, “Vasos Vacíos”, “El Satánico Dr. Cadillac”, “Matador” y “Yo no me sentaría en tu mesa”, todas ellas interpretadas con sequedad y a medio tiempo.

No quiero ser injusto: Sergio Rotman en el sax y Sr. Flavio en el bajo se llevaron la noche con su dominio del instrumento y su carisma innegable; la intervención de los hijos de Vicentico y Flavio, en las guitarras, produjo un efecto extraño en el público: se trataba de dos jóvenes inexpertos dando lo mejor de sí, plantados en un escenario ajeno que hicieron suyo, en medio de seis quincuagenarios que recurrieron a ellos a falta de esa frescura y explosividad que da la juventud.

¿Deberían Los Fabulosos Cadillacs dejar los escenarios? Es una pregunta pertinente. Los 30 años de éxito internacional no puede ser abollado con este tipo de actuaciones degenerativas, por bien de ellos y de sus seguidores. Aunque siempre queda latente el vivir de viejas glorias y explotar la nostalgia de muchos, creo firmemente que a bandas de la altura de LFC les espera un mejor lugar en la historia. 




jueves, 6 de agosto de 2015

¿Banksy en Chiapas?

Al merodear por la Internet, me encontré con este mural que bien podría ser un reflejo satírico de lo que muchos bloggeros y neo-chairo-revolucionarios hacemos hoy día en la red. Resulta que la obra fue plasmada en territorio chiapaneco por el prolífico artista inglés "Banksy", de quien se desconoce su verdadera identidad.


El libraco "Freedom through football: The Story of Tue Easton Cowboys and Cowgirls", publicado en 2012, narra la historia del equipo de futbol amateur de Bristol (de donde es oriundo Banksy), los Easton Cowboys and Cowgirls, un equipo con una dimensión política que se califican como "un grupo antiracista, antisexista y con ese mensaje llegar a más gente llegue, sin importar si saben o no jugar fútbol”. 

Según el relato, estos pamboleros de medio pelo visitaron Chiapas en 2001 y los acompañó nada más y nada menos que el mítico artista urbano, quien se la rifó de portero, en contra de nada menos y nada más que Luchadores por la Libertad Zapatista, equipo representativo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, alias EZLN.



Aunque suene a mala broma (quizás lo es), William Simpson y Malcom McMahon, autores de dicho tumbaburros, aseguran que Banksy los acompañó en ese viaje a la Sierra Lacandona y además aprovechó para darle tinta suelta a su conocido arte. Como prueba, nos comparten algunas fotografías de aquel acontecimiento ocurrido hace 14 años.




Se presume que el sujeto en cuestión con apariencia más bien de campesino de la región es el reconocido e irreconocible activista, quien ha hecho del stencil su técnica por excelencia, y que lo ha llevado a realizar obras en varias ciudades del mundo, principalmente en Inglaterra. De hecho, algunas de sus creaciones han sido exhibidas "clandestinamente" en museos y exposiciones importantes, donde se han subastado por cantidades exorbitantes.   

En las redes sociales se difunden estas imágenes. Propios y ajenos se pronuncian a favor y en contra de la legitimidad de las obras. Entre que son peras o son manzanas, yo me quedo con su arte, que siempre será mejor que miarte.







martes, 28 de julio de 2015

“¡Aquí me van a tener hasta el 2018!”


Miguel y Michelle Herrera. Mexsport

Primer acto. El ahora ex director técnico de la Selección Mexicana de Futbol, Miguel Herrera, recibía fuertes críticas por parte de aficionados y periodistas sobre el desempeño de los suyos en la pasada Copa América y en la primera fase de la Copa Oro.

Segundo acto. El Piojo arremete contra Christian Martinoli, comentarista deportivo y punzante crítico del “Pablo Marmol” futbolero. El estratega le arremetió diciéndole “pendejo” y advirtiéndole que esperaba encontrarlo personalmente para “arreglar diferencias”.

Tercer acto. El llamado Tri –antes liderado por Alex Lora, pues 50 años de hacer la misma música no le bastaron al roquero para mantener el nombre público de su banda “rockan-culera” –, se hace de la “Copa Robo”, precisamente así: con una versión elegante del hampa encabezada por la “ConCACAf”, quien evidentemente puso un ¡árbitro vendiiidooooo!

Acto Pilón. Al regreso de semejante “proeza”, imágenes difundidas por la cadena Univisión muestran parte de la agresión física y verbal de la que Martinoli fue objeto de manos del amigo de Pedro Picapiedra y de su hija, Mishelle Herrera "#LadyPioja" (que no es Bam Bam, aunque parece), distinguida defensora de su santo padre y compinches. El periodista, acompañado por Luis García, también comentarista de TV Azteca, condenaron los cachetadones y manotazos recibidos por la familia Herrera en pleno aeropuerto de Filadelfia.

En otro acto de mediana coherencia y efímera justicia, La Federación Mexicana de Futbol (FMF) anuncia a través de su presidente electo, Decio de María (otro hampón), que el “marketinero” Herrera se va a freír espárragos y dejaría así “despiojada” a la Decepción Mexicana, después del desplante del timonel contra el conductor.

Televisa, dueña plenipotenciaria del monigote Herrera y también de la Femexfut, no podrá transmitir esta telenovela como parte de su barra vespertina del Canal de las Estrellas. Este melodrama sirve más para quienes siempre estamos (y estaremos) chingando en contra del perruno mercantilismo pambolero y la mediocridad andante de quienes integran y representan este hermoso deporte en México.

"Deseamos hacer del futbol nacional un espectáculo sano y constructivo. Nuestra selección nacional debe ser un ejemplo para las nuevas generaciones”, justificó sin morderse la lengua Decio de Maria, a quien presumimos como el hermano perdido de Pedro Armendáriz. Al pronunciar estas enternecedoras palabras, el corrupto cabeza de la FMF nos atisba una patada en los cojones a quienes decimos que hace falta más que eso para desfragmentar la estructura mafiosa que ahí se encuentra enquistada, cual espinilla de adolescente precoz.

Falta quitar las manos puercas de las televisoras en el futbol; falta bajar los sueldos propios de un presidente o jefe de Estado (que no de México) a toda la bola jugadores, cuerpo técnico y directivos de la Selección Mexicana; falta regular los patrocinios y la publicidad rampante que negocian estas figuras públicas que están en todo, menos en concentración; falta combatir la corrupción en clubes e instituciones deportivas; pero sobre todo, falta que nos demos cuenta como televidentes que jugamos un papel relevante, tanto o más que quienes dicen representar a México en el futbol. Es probable que el día en que dejemos de ver a esos 11 verdes mediocres (no los del Partido político, esos son más) correteando el balón, entenderán ellos que si no nos ofrecen un espectáculo de calidad y digno de un país que invierte en ellos millones de pesos, no obtendrán nuestro tiempo ni nuestro dinero. 
Jonathan dos Santos. Twitter

Giovani y Jonathan dos Santos aplaudieron la cavernaria conducta de quien hasta ese momento seguía siendo su entrenador: lo llamaron “grande”; evidentemente, Pablo Marmol es todo menos eso. Los seleccionados unieron fuerzas en contra de sus “perros” críticos, quienes no tardamos en “ladrar”, como uno de ellos predijo. Por si fuera poco, los juniors del deporte de las patadas publicaron fotos en donde posan con la Copa Robo y empinándose un buen trago de alcohol, digno de cualquier padrote. Si a esto agregamos que el resto de los seleccionados hicieron poco o nada para evitar la agresión del Piojo a Martinoli, pues bien podríamos quitar a estos “soñados” de sus laureles y meterlos a las clases de formación cívica y ética que siguen impartiendo en mi secundaria.

Fue indignante "verganar" a los verdes la Copa Oro. Pensé que si tuviera hijos y me preguntaran sobre el hecho, tendría que mentirles; o decirles que en México se premia la trampa y el engaño, que se aplaude la violencia, que se apapacha la indisciplina, que se esconde la ignorancia, que se vanagloria la corrupción y que se permite la impunidad. Por eso no es sorpresa que el Tri represente eso: parte de la idiosincrasia mexicana, esa que un día volvió héroe nacional a un ídolo de porra y que al día siguiente lo desechó, como a tantos otros.  

“Me van a tener aquí hasta el 2018”, sentenció hace unos meses Miguel Herrera, iracundo por las críticas y retador ante sus detractores.

“Por andar de hocicón”, diría mi madre.  



Decio de Maria, presidente de la FMF. Milenio




miércoles, 22 de julio de 2015

Bacanal del empleo

Comienza la juerga. 81 por ciento creció el Índice de Ocupación el pasado junio, comparado al mismo mes del 2014, con la creación de 78 mil 435 empleos formales (¡¿Cuántos?!), aseguró nuestro Preciso y muy vilipendiado Enrique Peña Nieto. Por medio de su cuenta de Twitter (es lo de hoy), el de "Atracomulco" agregó que esta cifra “representa la mayor creación de empleo formal en un mes de junio”. Claro, se refiere a Mexicalpan de las tunas.

Primera copa. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) anunció que en el mes de mayo el desempleo en el país aumentó en una fracción (4.4%) comparado al mes de abril, pero disminuyó comparado a la cifra del año anterior (4.9%), esto en el sector de la Población Económicamente Activa (PEA).

Rompiendo el hielo. Contra toda esta numeralia de optimismo económico, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alertó el pasado 9 de julio sobre la persistencia del desempleo de larga duración en sus países miembro (actualmente integrado por 34 naciones, incluido México), y subrayó que “se encuentra en niveles inaceptables”. Detalló que al menos uno de cada tres desempleados está sin trabajo desde hace 12 meses, lo cual afecta a más de 15 millones de personas, cifra que representa un alza de 77.2 por ciento en relación con 2007.

¡A bailar! Si a esta bola de números disparatados agregamos que el propio INEGI informó que el 3.76 por ciento de los mexicanos en edad y posibilidad de trabajar estuvieron desempleados durante el último mes de 2014, y que de ellos, 78 de cada 100 contaban con “el mayor nivel de instrucción”, en su mayoría jóvenes, entonces nos ponemos locos y creemos que alguien está viéndonos la cara de idiotas. Muchachos, ¡ya hay demasiados taxistas!

Beodo social. En pleno éxtasis demagógico y muy echado pa’ delante, el  "estadista del año", secretario de Hacienda Luis Videgaray, aparece en la pista (una vez más) pa' repetirnos que la economía mexicana va por buen camino; es decir tarados, no importa cuántas veces lo ha dicho, el güey no se cansa de mentir. "Le pese a quien le pese, ¡O.G.T.S!", dirá.

Una cana al aire. Miles de personas continúan trabajando a diario, gozosos o no de sus condiciones laborales. Toman sus tarjetas y sacan dinero del  maldito cajero; otros prefieren pagar con su plástico luz, teléfono, renta, gas, agua; pero también sus placeres mundanos: cine, viajes, comidas, bebidas, y hasta un regalito pa' sus "detalles".



Borracho impertinente. El Jefe y su dedo punitivo señalan a sus víctimas. Golpea, tunde, patalea, grita porque no quiere ser el amargo trago que está por saborearse el trabajador; sin embargo, lo tiene que hacer. Recortes de personal, caída de salarios, retención de impuestos, disminución de tareas, incertidumbre laboral... todas son parte de este horrendo escenario salido de esta mala película mexicana, como las de Luis Mandoki.

Malcopeando. Al salir de una empresa, los desempleados no saben si son reciclables, desechables, composta verde o algún tipo de basura orgánica conocida. Con la moral propia de un ropavejero, se enfrentan a un mundo laboral todavía más pisoteado: falta de oportunidades, subempleo, ofertas altamente exigentes y bajamente remuneradas, favoritismos, "palancas", sobre-demanda, nepotismo y un sinfín de linduras que ya les esperan.

Indigestión alcohólica. Informalidad, ambulantaje, piratería, robo, venta de drogas, trata de personas, delincuencia vulgar y organizada, secuestros... todos, causa y efecto de esta guarapeta laboral a la que fuimos invitados, y que aún siendo gorrones, no deseábamos asistir.

Resaca. Miles de jóvenes universitarios, madres solteras, padres de familia, indigentes y hasta muchachos malcriados (ninis) conforman esta negra cifra del desempleo, ascendente siempre, lacerante como pocas.  La "cruda", no por ser triste deja de ser real.

El Bajón. Como consuelo del jolgorio vivido anoche, el sistema gobernante insiste (no me acuerdo desde cuándo) que nuestro país va por buen camino, que la democracia es real, que las oportunidades de desarrollo crecen, que nuestra economía es fuerte , que la productividad aumenta, que la corrupción se combate y que la desigualdad se reconoce. Prueba irrefutable de que las crisis desde el poder se digieren con cognac y se saborean con un rico habano muy chamuscado, casi como ellos. "¡Ches monos!"